La Ensaladilla Rusa es la tapa de nuestras familias
Don Marcelino Manzano, Director Espiritual del O.D.E.R. (Foto Alberto García Acevedo – Artesacro)
Desde el principió me adherí al O.D.E.R. no solo por la amistad, admiración y cariño que siento por sus fundadores, mis queridos Antonio Casado y Pepelu Martínez, sino por mi convencimiento de la necesidad de defender nuestra ensaladilla rusa frente a experimentos extraños que lo pueden desvirtuar y, quién sabe, si hacerlo desaparecer a la larga. No quiero ponerme dramático, pero es que uno comienza a probar y a ver de todo. Gracias a la cuenta de Twitter somos testigos de algunas aberraciones con la ensaladilla rusa que requieren la intervención de esos G.O.E.S., un cuerpo, por cierto, siempre dispuesto a ir donde sea y a la hora que sea. Honor a los G.O.E.S. de O.D.E.R.
La ensaladilla rusa es la tapa de nuestras familias, de nuestra niñez. Cuando casi todo eran vacas flacas, nuestro manjar ponía la nota especial en las celebraciones: bodas, bautizos, comuniones, cenas de Nochebuena y Nochevieja, etc. Hoy en las bodas jamás ponen ensaladilla rusa. Algún ignorante dirá que es una ordinariez. Craso error. Y qué injusto es apartar a lo que con modestia y sencillez tanto nos aportó. Cuántas veces la ensaladilla rusa ha sido (y debe seguir siendo) la tapa que acompaña a una Cruzcampo fría. Recuerdo de mi infancia la que ponían en Baturones. La ensaladilla claro, porque para la cerveza era un crío. Bares, qué lugares tan gratos para recordar. dice la canción de Gabinete Caligari. Y tiene mucho de cierto. Pues los bares con ensaladilla rusa, más. En la web encontraréis muchos ejemplos.
Mi labor como director espiritual del O.D.E.R. (un cargo muy honorífico) se justifica, por ejemplo, abogando por que haya benevolencia en las valoraciones y/o los G.O.E.S. no se extralimiten. El uso de la fuerza debe estar muy justificado. De momento no hemos tenido que intervenir. Ya no existen las connotaciones antirreligiosas que antaño podría evocar el gentilicio de nuestro manjar, pero no hay que fiarse. Para eso están nuestros incansables guardianes, repartidos por todo el universo de la hostelería.
Deseo una feliz, larga y fructífera andadura a nuestro O.D.E.R., a su página web y a sus cuentas en las redes sociales. Su afán es velar por la tradicionalidad de nuestro manjar. Que todos confíen en sus valoraciones y, los experimentos, mejor con las papas bravas. Un cordial saludo.
Marcelino Manzano Vilches, pbro.
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